El cebollino o ajo de España, conocido también por su nombre francés Ciboulette (Allium schoenoprasum) es una hierba de la familia de las aliáceas, de la que se utilizan sobre todo las hojas picadas como hierba aromática. El bulbo tiene un sabor muy similar al de la cebolla común, pero es de menores dimensiones.
El cebollino es una planta plurianual, que crece en manojos de varios individuos. Las hojas tubulares son basales, formando una roseta erecta o dispersa que brota de los bulbos subterráneos, y alcanzan los 45 cm de altura; son de color verde oscuro, glabras. El bulbo alcanza los 3 o 4 cm de largo, y está protegido por una cobertura membranosa.
Entre las hojas basales se desarrollan también uno o más tallos florales, más erectos y largos que las hojas adyacentes. Carecen por lo general de hojas, aunque pueden poseer un par, caulinas; en su ápice brota una umbela esferoidal, densamente poblada de flores pediceladas. Éstas alcanzan un centímetro de largo, con seis tépalos lanceolados de color rosado o blanco, con una línea púrpura longitudinal que las atraviesa. Tanto las flores como los tallos poseen un distintivo aroma a cebolla procedente de la alicina que contienen.
La floración tiene lugar a finales de la primavera, y dura unas tres semanas. Al cabo de éstas, la flor ha sido reemplazada por un fruto en forma de cápsula, que contiene varias semillas, de dispersión anemocórica. La polinización es llevada a cabo por abejas y lepidópteros.
El cebollino es fácilmente distinguible de otras especies de Allium por sus densas umbelas, que contrastan con las más dispersas de A. cepa y otras, y por sus hojas tubulares en lugar de planas. A diferencia de A. vineale y A. canadense, no forma bulbos aéreos.
El cebollino es originario del extremo norte, las tierras que hoy forman parte de Canadá y Siberia. Se introdujo al resto de Europa como hierba de cocina y aromática, pero se ha naturalizado sólo raramente. Donde crece en estado silvestre puede hallarse a la vera de los caminos o de las vías del ferrocarril; en esta forma puede encontrarse A. schoenoprasum var. sibiricum, una variedad más robusta y alta.
El cebollino prefiere ubicaciones soleadas y suelos húmedos, ligeramente arcillosos. Crece desde el nivel del mar hasta los 2.500 msnm. Es resistente a las heladas, y resulta poco afectada por las pestes y predadores animales, a los que repele la alicina.
Pueden cultivarse a partir de semilla con facilidad, o por división del bulbo con las raíces después de su extracción.
El cebollino es rico en vitamina A, B y C (de la que contiene hasta 130,5 mg por 100 gramos de hierba fresca). Su aporte proteico y lipídico es escaso, de sólo 27 kCal/100 g.
La alicina que contiene es un potente agente antibacteriano, y puede usarse tópicamente como desinfectante y fungicida, aunque resulta menos efectiva que el ajo y la cebolla por su inferior concentración.